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Soledad Acuña: “Con protocolos, las aulas abiertas son un espacio seguro”
En el marco de la gestión del Ejecutivo Porteño, la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, hizo declaraciones periodísticas y se refirió a la importancia de la presencialidad educativa, al futuro de los chicos y a los trabajos que vienen realizando para garantizar la máxima presencialidad posible.
A continuación las principales definiciones de la ministra de Educación Porteña, Soledad Acuña:
«Junto a Horacio Rodríguez Larreta repasamos los resultados de los últimos dos meses de clases presenciales. Los datos no dejan lugar a dudas: con protocolos, las aulas abiertas son un espacio seguro. Evidencia, no relato».
«Está en juego el futuro de cada chico y cada chica de la Ciudad. No hay tiempo para el conflicto político. La escuela debe ser lo último en cerrar y lo primero en abrir».
«La virtualidad no sólo causó estragos en el aprendizaje, sino también en el bienestar emocional: más del 70% de los estudiantes sufrieron síntomas de ansiedad y depresión. Son datos de la realidad, no anécdotas o sensaciones».
«Es momento de priorizar a los chicos: 15.000 estudiantes están en riesgo de abandono escolar, más de la mitad de los alumnos de secundaria estuvo en condiciones de repetir e incluso hay chicos de primaria que aún no saben escribir su nombre».
«Hoy los números nos revelan que bajó el uso del transporte público para llegar a la escuelas: el boleto estudiantil se redujo en un 70%. Al menos tres de cada cuatro familias cambiaron la forma de viajar para ir caminando, en bicicleta o en auto».
«También es falso que el transporte sea el principal foco de contagios. Antes de la pandemia, el universo educativo representaba sólo el 30% de los viajes totales. De ellos, sólo el 35% utilizaba el servicio público: el resto se movía de forma particular, caminando y en bicicleta».
«Como durante todo el 2020, nos basamos en la evidencia: en los dos meses de presencialidad, menos del 1% de la comunidad educativa se contagió. Trabajar con niños no constituye una actividad de riesgo para los adultos. Con protocolos y cuidados, la escuela es un lugar seguro».
«No responsabilicemos a los chicos y las chicas por las decisiones que los adultos no nos animamos a tomar. Hoy más que nunca, las aulas tienen que permanecer abiertas».
«En cuanto al aprendizaje, un año sin clases presenciales generó enormes dificultades en la alfabetización: chicos de primer ciclo de primaria que no diferencian letras de otros símbolos, no reconocen palabras de uso cotidiano y no pueden escribir su nombre».
«La evidencia es devastadora: en la etapa de educación remota aumentaron las tasas de abandono escolar y los trastornos emocionales, se profundizaron las desigualdades y creció la cantidad de estudiantes de Nivel Primario en condiciones de repetir de grado».