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Fracaso del Gobierno: 19.272 muertos por covid-19, aumento del hambre y 1 millón de nuevos desempleados
Después de más de 6 meses de cuarentena decretada por el Presidente Alberto Fernández, el fracaso es evidente. Y las cifras oficiales así lo demuestran: hasta hoy hay 19.272 muertos por Covid-19; el aumento del hambre se evidencia en las enormes filas que se pueden ver en las puertas de los comedores comunitarios donde los argentinos asisten para poder comer: y a su vez por la cuarentena eterna ya se produjeron 1 millón de nuevos desempleados por el cierre de cientos de Pymes que no pudieron aguantar el encierro.
19.272 muertos por Covid-19 en Argentina
La estrategia del Presidente Alberto Fernández frente al coronavirus fracasó porque se está viendo un colapso en varios hospitales del Conurbano Bonaerense y en muchos hospitales del interior del país, donde muchos profesionales de la salud han perdido la vida, donde muchos hospitales están colapsados, con pacientes en los pasillos, con respiradores que faltan, con enfermeros y médicos que tienen que atender sin tener el equipamiento necesario para poder cuidarse del contagio, etc, etc.
A su vez, desde la asociación Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios cuestionaron la estrategia del mandatario argentino por la rigidez de la cuarentena y por la extensión de la misma. Después de más de seis meses de duración de las medidas de excepción, los profesionales de la salud advirtieron sobre las consecuencias negativas de semejante encierro, ya que su prolongación de esa medida en el tiempo está desencadenando efectos perjudiciales para la salud integral de las personas, ya que hay patologías que no se están tratando por el hecho de que desde el gobierno se le está diciendo a los pacientes que se quede en sus casas para no contagiarse de coronavirus. Y obviamente hubo pacientes no Covid que fallecieron o que empeoraron en su enfermedad por no asistir a la consulta de un médico.
Aumento del hambre
El hambre se está ensañando en las villas de todo el país, pero también a este dramático panorama se le están sumando miles de familias de clase media que todos los días hacen largas filas en las puertas de los comedores comunitarios para poder conseguir un plato de comida ya que son muy pocos los que tienen un empleo formal que les permita trabajar desde casa. En estos sectores abundan los peones de la construcción, personal de cocina, de limpieza, cuidadores, vendedores o repartidores, pero el dato nuevo que aporta esta crisis que se está dando durante el cuarto gobierno kirchnerista, es que ex empleados de empresas pymes que tuvieron que cerrar, también se vieron en la necesidad de ir a un comedor comunitario a pedir comida para su familia ya que se quedaron sin ingresos para afrontar la compra de alimentos básicos.
“Se hacía merienda y cena, pero con la cuarentena empezamos a dar también el almuerzo. Se va poniendo difícil la cosa”, explica una colaboradora de un comedor comunitario. El paisaje habitual a la hora del desayuno, almuerzo, merienda y cena en muchos barrios pobres del país es el mismo: Largas filas frente a los comedores de los movimientos sociales y cultos religiosos construyen una postal amarga debido a la llegada de la pandemia y de la cuarentena obligatoria. Con la cuarentena obligatoria se incrementaron las ollas populares en muchas zonas pobres de la Argentina, que son los sectores más castigados por el hambre, la pobreza e indigencia que no alcanzan a cubrir las condiciones sanitarias mínimas.
En varias regiones de la Argentina ya se ve la sombra del hambre. Vecinos desesperados incumplen las cuarentenas para salir en busca de dinero y alimento. Muchos de los hambrientos son trabajadores informales, mientras que otros han caído ahora en la pobreza extrema tras las pérdidas de sus empleos en medio de una crisis económica provocada por el encierro desmedido decretado por el Presidente Alberto Fernández.
1 millón de nuevos desempleados
Según las cifras del Observatorio de la UCA, la crisis del coronavirus generó 1 millón de nuevos desempleados en la Argentina con una tasa de desocupación del 15,5%. A partir de la información oficial del Indec y los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), la tasa de desocupación ascendió de 10,4% en el primer trimestre del año al 15,5% en el segundo trimestre (abril, mayo y junio). Este crecimiento que va del 10,4% al 15,5% generó un aumento en la cantidad absoluta de desocupados que pasó de 2,2 millones a 3,3 millones, es decir, 1.090.000 desocupados nuevos.
Con lo cual es fácil darse cuenta que la cuarentena eterna decretada por el Presidente Alberto Fernández fue un fracaso total, ya que destruyó una inmensa cantidad de puestos de trabajo y al mismo tiempo no pudo frenar la enorme cantidad de muertos debido a lo inútil de un encierro que no tuvo la cantidad necesaria de testeos para poder aislar a los infectados y así evitar la propagación del virus en todo el país.
Y lo mas grave de todo esto, es la soberbia con la que se manejó el cuarto gobierno kirchnerista, un gobierno de «científicos» que fracasó con los muertos por covid-19; un gobierno de «científicos» que fracasó con el aumento del hambre; y un gobierno de «científicos» que generó 1 millón de nuevos desempleados.
Queda claro que tanto los científicos como los investigadores militantes (algunos de ellos con tesis doctorales) que forman parte del gobierno de Alberto Fernández o que simpatizan con las políticas kirchneristas, hicieron del «copiar-pegar» una forma fácil de lograr títulos, pero lamentablemente a la hora de resolver los problemas del país han fracasado en forma dramática. Un amigo diría: «Menos plagio y mas creación de conocimientos propios».