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Ciudad de Buenos Aires: Informe Económico Semanal del Banco Ciudad
En una semana en la que avanzó en el Congreso Nacional el tratamiento del Proyecto de Presupuesto 2019, obteniendo la media sanción de la Cámara de Diputados, el Ministerio de Hacienda difundió los datos fiscales correspondientes a septiembre, los cuales mostraron una nueva reducción del déficit primario y un holgado sobrecumplimiento de la meta pautada para los primeros 9 meses del corriente año. A esto se sumaron datos del sector externo, con superávit comercial y también en la cuenta corriente del balance cambiario, que completan un cuadro de progresiva corrección de los desequilibrios en los frentes fiscal y externo. Adicionalmente, sobre el final de la semana, el FMI anunció la aprobación del acuerdo renegociado con nuestro país, un elemento que contribuye a sumar certezas tanto en lo que respecta a las fuentes de financiamiento como en materia cambiaria.
En lo que hace a los números del sector externo, el INDEC presentó los datos del balance comercial de septiembre, con un resultado positivo por USD 314 millones, que marca el retorno al superávit del comercio exterior de bienes por primera vez en 21 meses. Si bien las exportaciones continuaron cayendo con respecto a un año atrás (-4,8%), arrastradas por las menores ventas del sector agropecuario, el retroceso de las importaciones resultó aún mayor (-21,2%), con un descenso de 28,3% en las cantidades importadas. En línea con estas cifras, la cuenta corriente del balance cambiario elaborado por el BCRA registró su primer superávit desde comienzos del año 2016, conjugándose crecientes ingresos netos por el intercambio de bienes, con un retroceso sostenido en los pagos netos por viajes al exterior, que disminuyeron un 62% interanual en septiembre.
Entre los factores que contribuyen a la recuperación del superávit comercial sobresalen un tipo de cambio real más competitivo y, en menor medida, una caída del nivel de actividad doméstico. En este sentido, el estimador mensual del INDEC registró en agosto un descenso de 1,6% interanual (i.a.), acumulando en lo que va del año una disminución de 0,9%. Sin embargo, en el margen, los datos mostraron una evolución de la actividad mejor a la esperada, observándose una suba mensual sin estacionalidad de 1,3%, que ayuda a moderar la perspectiva de deterioro del tercer trimestre respecto a lo previsto originalmente.
En lo que tiene que ver con los números fiscales, el déficit primario alcanzó en septiembre los $22.854 millones, marcando un descenso de 27,1% interanual, a partir de ingresos que volvieron a mostrar un alza casi 10 puntos superior a la de las erogaciones (+36,6% vs +26,5%). En lo que respecta al déficit financiero (-$55.858 millones), este se incrementó solamente en un 9,1%, pese al alza de los pagos de intereses asociados a la suba del tipo de cambio.
Con estos datos, el déficit primario acumulado en los primeros 9 meses del año presentó un descenso interanual de 31,1%, llegando a contraerse un 47% medido en términos reales. La brecha entre el ritmo de crecimiento de ingresos (28,1%) y erogaciones (20,3%) promedió los 8 puntos porcentuales, con un gasto primario que se redujo 7% en términos reales y alcanzó su nivel más bajo de los últimos 6 años, acumulando una disminución de 13,5% desde 2015. De esta forma, faltando tan sólo un trimestre para que finalice el año, el déficit primario equivale a 1,3% del PIB, lo cual implica no sólo un holgado sobrecumplimiento del objetivo correspondiente al tercer trimestre (1,9%), si no que representa menos del 50% de la meta de 2,7% del Producto prevista para el corriente año.
Estos avances en materia de contención del gasto hacen prever que el gobierno no encontraría dificultades para cumplir con la pauta de reducción del déficit acordada para 2018, sino incluso (y más relevante) obtener una disminución del déficit mayor a lo acordado que podría llegar a permitir adelantar pagos correspondientes al próximo año, allanando el camino para alcanzar el equilibrio fiscal primario en 2019, tal cual lo previsto en el proyecto de ley que esta semana recibió media sanción en la Cámara de Diputados. Si bien se incorporaron pequeñas modificaciones respecto a la presentación original del Poder Ejecutivo (algunas de ellas tendientes a compensar a las provincias por el traspaso de parte de los subsidios al transporte y la energía), el proyecto de presupuesto mantiene como eje principal la reducción del gasto y el refuerzo de los ingresos (fundamentalmente a través de mayores retenciones a las exportaciones) a fin de alcanzar, por primera vez en 9 años, el equilibrio presupuestario primario el año que viene.
Finalmente, a las menores necesidades de financiamiento que resultan de alcanzar un “déficit cero”, se suman también los mayores desembolsos de fondos por parte del FMI a partir de la renegociación del acuerdo con el organismo y su aprobación esta semana por parte de su Directorio. Al inminente giro por USD 5.700 millones, le seguirá otro por USD 7.600 millones en diciembre, y luego otros USD 22.800 millones a lo largo de 2019, previéndose que para fines del próximo año se hayan desembolsado cerca del 90% de los recursos totales acordados, por casi USD 57.000 millones. El acceso a esta fuente de fondeo barato y estable contribuye a brindar certidumbre tanto respecto de la capacidad del país de cumplir con sus compromisos de deuda, como de garantizar un piso mínimo de ingresos de divisas, elemento que debería ayudar a consolidar la reciente estabilidad alcanzada en la plaza cambiaria.