Se fueron del barrio de Belgrano a Zaragoza, España. Son hermanas. Una se recibió de Comunicadora Social y la otra se recibió de Acompañante Terapéutico. En España trabajaron en empleos relacionados con su formación profesional. Pero siempre tuvieron una idea fija ya que les gusta mucho el mundo de los negocios. Investigaron, construyeron un equipo de trabajo, invirtieron recursos propios, siguieron investigando y después de mucho pensar finalmente armaron un plan de negocios. Argenta es el nombre de la empresa. Venden empanadas argentinas en España. Se llaman Julieta y Carolina, son hermanas y socias.
Cuando Julieta y Carolina viajaron a España pensaron: “Queremos abrir una empresa cuyo producto estrella esté vinculado también a la Argentina».
Ambas atienden en el primer local de Argenta en España. Está ubicado en la ciudad de Zaragoza, capital de la Comunidad de Aragón. Atienden todos los días y los españoles y los turistas que visitan la ciudad pasan por Argenta para disfrutar de unas riquísimas empanadas argentinas-españolas que son fabricadas por una compañía española gestionada por argentinos.
Julieta Huerta Alonso siempre trabajó en el mundo corporativo. Cuando trabajaba en una empresa de seguros en España ganaba muchos premios por productividad y eso era sinónimo de más dinero. Tiene el perfil de una Ejecutiva de Cuentas que escucha mucho al cliente; que lo tratará bien, le ofrecerá descuentos, promociones y lo dejará contento.
Carolina avanza. Y en el medio piensa, no hace las cosas porque sí. Trabajaba muchas horas como Acompañante Terapéutico en una compañía importante de España. Pero la idea de iniciar junto a su hermana un negocio propio en España siempre estuvo presente en su agenda y en sus pensamientos.
De Belgrano a Zaragoza sin escalas
El negocio se llama Argenta. Un nombre corto y pegadizo. Un nombre con mucho potencial. Para llegar al local de Zaragoza alcanza con ubicarse en la Plaza del Pilar (ícono de la Ciudad) y desde allí caminar unos pocos pasos para llegar a Argenta.
El objetivo de Julieta y Carolina es que los clientes compren y se vayan contentos, y para eso crearon más de 16 gustos para todos los paladares. De carne suave, picantes, veganas, para celíacos, etc, etc, etc.
«Los otros días un cliente nos contó que venía de un pueblo ubicado a más de 50 kilómetros de Zaragoza porque le habían recomendado nuestras empanadas. Ese tipo de experiencias nos indica que vamos por el camino correcto», afirman las hermanas Julieta y Carolina Huerta Alonso.
Cruzando una puerta que conecta al local con la calle, los clientes de Argenta se impactan con la belleza del espacio, al que también desde afuera incita a la gente a entrar y comprar. Hay un mostrador muy moderno diseñado para el confort de los clientes, con cristales, con luces y lleno de empanadas. Ahí se pueden comprar desde empanadas de todo tipo, refrescos, cervezas y hasta vinos de bodegas muy interesantes. El negocio está abierto de 11 a 23 horas. Venden miles de empanadas por mes. Hay clientes que siempre compran los mismos gustos de empanadas y la misma cantidad y hay otros clientes que les gusta innovar con los gustos y también hay empresas que compran empanadas para eventos corporativos.
Julieta y Carolina hablan con los clientes, van y vienen, recomiendan tal o cual gusto, el objetivo es que cada cliente se vaya contento con sus empanadas para que vuelva a comprar en un futuro cercano.
Por supuesto, Julieta y Carolina, las dueñas de la empresa Argenta, afirman: “Dios atiende en todas partes y almuerza y cena Empanadas Argentinas Argenta”.
