Buenos Aires refuerza la seguridad con armas de baja letalidad | Política 3D

En el marco de la actualidad porteña, y a través de un esfuerzo por mejorar la seguridad en las zonas comerciales de la Ciudad de Buenos Aires, la Policía de la Ciudad ha implementado un refuerzo de seguridad utilizando armas de baja letalidad. Este nuevo enfoque busca prevenir el delito y garantizar la protección tanto de los vecinos como de los turistas, especialmente en áreas de alta concurrencia como los centros comerciales y las estaciones de subte.

Armas de baja letalidad para una seguridad más eficaz

Desde hace tiempo, el debate sobre el uso de armas de baja letalidad ha estado en el centro de la agenda de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires. Hoy, ese debate parece haber quedado atrás, con la incorporación de nuevas tecnologías que permiten a la Policía actuar con mayor precisión y menos riesgo para la ciudadanía.

Según el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, «Cuando asumimos, no había ninguna Taser ni Byrna en la calle. Hoy ya tenemos 475, y para fin de año van a ser cerca de 600». Estas armas ya se utilizan en la red de subtes y están empezando a desplegarse en las zonas comerciales más concurridas de la capital de la Argentina. Las pistolas Taser y Byrna son claves para reducir el riesgo de enfrentamientos violentos, sin poner en peligro a transeúntes inocentes.

Taser y Byrna: Tecnología al servicio de la seguridad

Las Taser son dispositivos electrónicos de inmovilización momentánea que funcionan mediante una descarga eléctrica. Estas armas son ideales para situaciones en las que el uso de la fuerza letal no es necesario, pero se requiere neutralizar a un delincuente de forma rápida y eficaz. Se están utilizando especialmente en las estaciones de subte, donde más de 900 mil pasajeros circulan a diario, y también en centros comerciales y áreas de alta afluencia de personas.

Por su parte, las pistolas Byrna, que funcionan con dióxido de carbono, se emplean en lugares más abiertos. Pueden disparar proyectiles sólidos o químicos a una distancia de hasta 20 metros, permitiendo incapacitar a un agresor sin poner en riesgo a los presentes. Estas armas tienen la capacidad de desactivar amenazas de forma segura, utilizando proyectiles que liberan una sustancia similar al gas pimienta.

Despliegue en zonas comerciales y subtes

El despliegue de estas armas ha comenzado en puntos clave de la Ciudad de Buenos Aires, como la zona comercial de Av. Santa Fe y Coronel Díaz, en Palermo, y continuará expandiéndose hacia otras áreas de alto tráfico. «Vamos a llegar a más de 100 esquinas, como Cabildo y Monroe, o Santa Fe y Pueyrredón, para fin de año», aseveró Macri.

Hoy en día, los policías de la Ciudad cuentan con 90 pistolas Taser distribuidas por diferentes zonas comerciales, subtes y calles. Además, se han incorporado 500 pistolas Byrna, de las cuales 385 ya están operativas. La capacitación de los oficiales continúa, lo que permite que estas armas de baja letalidad estén cada vez más disponibles en el terreno.

Beneficios para la seguridad pública

Uno de los aspectos más innovadores de las Taser es su cámara incorporada, que se activa automáticamente al ser utilizada. Esto permite grabar la situación y conectar al oficial con el Centro de Monitoreo, enviando una alerta en tiempo real a otros efectivos en la zona. Esta tecnología no solo ayuda a prevenir incidentes violentos, sino que también sirve como evidencia en investigaciones judiciales.

«Lo bueno es que, cuando usamos una Taser, sabemos que el delincuente está inmovilizado, pero también sabemos que no hay riesgo para los demás», comentó Macri, resaltando la efectividad de estas herramientas para mantener el orden sin recurrir a la violencia innecesaria.

Una nueva era para la seguridad de Buenos Aires

La incorporación de armas de baja letalidad a la estrategia de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires representa un paso adelante en la protección de los ciudadanos. Las Taser y Byrna, al ser herramientas menos peligrosas que las armas de fuego tradicionales, permiten a la Policía actuar de manera más eficaz, reduciendo riesgos y promoviendo una seguridad más humana.

Con la implementación de estas nuevas tecnologías en centros comerciales y el transporte público, Buenos Aires está marcando un precedente en el uso de la tecnología para mejorar la seguridad en áreas urbanas. Como destacó el Ministro de Seguridad, Waldo Wolff, «Estas herramientas son un avance clave para mejorar la seguridad y proteger tanto a los ciudadanos como a los oficiales de policía», puntualizó.