Cuasimonedas en Argentina: El ‘Chacho’ – Política 3D

En el marco de la actualidad de la Argentina, la Provincia de La Rioja ha dado un paso drástico al crear su propia moneda, «el Chacho», para paliar las políticas de ajuste del presidente Javier Milei.

La crisis económica y el plan de Milei

Argentina enfrenta una situación económica crítica, con una inflación que supera el 100% anual, y un gobierno nacional decidido a implementar medidas de austeridad para estabilizar las finanzas públicas. El presidente Milei ha optado por una «terapia de shock», reduciendo las transferencias a las provincias para alcanzar superávits fiscales. Sin embargo, esta estrategia ha dejado a regiones como La Rioja en una posición insostenible, forzándolas a recurrir a medidas extremas.

La provincia de La Rioja, que ya enfrentaba altos niveles de pobreza —más del 35% de su población—, cayó en default a principios de 2024 tras los recortes en las transferencias federales. Frente a una recesión profunda y la falta de financiamiento, el gobernador Ricardo Quintela decidió emitir una cuasimoneda propia: el Chacho.

El «Chacho»: Una moneda propia para La Rioja

El «Chacho», una cuasimoneda que toma su nombre de Ángel Vicente Chacho Peñaloza, un caudillo local del siglo XIX, comenzó a circular en agosto de 2024. Se emitieron unos 3.000 millones de chachos, equivalentes a 3 millones de dólares, y se espera que la cifra alcance los 9.000 millones. Un chacho equivale a un peso argentino y se ha distribuido principalmente a empleados públicos en forma de bonos adicionales para ayudarlos a cubrir necesidades básicas.

Los comerciantes en La Rioja no están obligados a aceptar chachos, pero se les ha incentivado a hacerlo. A su vez, el gobierno provincial ha prometido que, en diciembre, cambiará los chachos por pesos a una tasa del 1,17 pesos por cada chacho, lo que representa un interés del 17%. Este incentivo busca dar confianza a los comerciantes para que acepten la cuasimoneda, aunque muchos temen que se devalúe rápidamente, como ocurrió con experiencias anteriores en Argentina.

Impacto en la economía local

El lanzamiento del Chacho ha tenido un impacto inmediato en la economía de La Rioja. Comercios como gasolineras y carnicerías vieron un incremento en las ventas durante los primeros días de circulación de la nueva moneda. Sin embargo, las limitaciones para su uso son evidentes. Muchos establecimientos solo permiten que los chachos se utilicen para cubrir al menos el 80% del valor de las compras, y el cambio muchas veces se entrega en la misma cuasimoneda, complicando las transacciones.

La incertidumbre sobre el valor futuro del Chacho también ha generado temor entre la población. Muchos residentes intentan gastar sus bonos lo más rápido posible para evitar una posible devaluación. Los empresarios, por su parte, ya han comenzado a cambiar chachos por pesos en el mercado negro con un descuento del 10%, lo que indica una falta de confianza en la estabilidad de la cuasimoneda.

Cuasimonedas: Una solución temporal

El uso de las cuasimonedas no es nuevo en Argentina. Durante la crisis de principios de la década del 2000, más de una docena de provincias emitieron sus propias monedas para enfrentar la falta de fondos federales. Aunque algunas de estas iniciativas fueron relativamente exitosas en el corto plazo, la mayoría resultó en inflación y devaluación.

El Chacho parece ser una solución temporal para La Rioja, que busca mantener a flote su economía en medio de la crisis. Sin embargo, los expertos advierten que este tipo de medidas no solucionan los problemas estructurales que enfrenta la provincia, y solo sirven como «tirita» para una herida mucho más profunda. Las comparaciones con Venezuela, donde la emisión descontrolada de moneda ha llevado a una hiperinflación devastadora, no se han hecho esperar.

El futuro de las cuasimonedas en Argentina

Aunque hasta ahora solo La Rioja ha optado por emitir una cuasimoneda, el éxito político del Chacho podría inspirar a otras provincias a seguir su ejemplo. Según Nicolás Casas, profesor de economía de la Universidad Nacional de La Rioja, «si la táctica parece funcionar, otros gobernadores podrían imitarla». La historia reciente sugiere que las cuasimonedas pueden aliviar las tensiones a corto plazo, pero a largo plazo, los desafíos económicos de Argentina requieren soluciones más profundas y sostenibles.