Paseos arquitectónicos en Buenos Aires | Rutas – Política 3D

En el marco de la actualidad porteña, la Ciudad de Buenos Aires es una metrópolis rica en diversidad arquitectónica, donde el pasado colonial convive con estilos modernos y vanguardistas. Este «eclecticismo porteño» se refleja en una amalgama de estilos, como el neoclasicismo, el art déco, el art nouveau y otros más. Te invitamos a descubrir algunos de los paseos arquitectónicos más interesantes de la capital de la Argentina, donde los edificios narran historias de épocas y culturas.

Arquitectura colonial: Raíces de un pasado español

Uno de los estilos más característicos que aún se pueden observar en Buenos Aires es la arquitectura colonial. Este estilo, heredado del dominio español, es una de las joyas dentro del eclecticismo porteño. Las construcciones coloniales destacan por sus fachadas simples, el uso de adobe, techos de tejas y detalles en hierro forjado.

Entre los ejemplos más icónicos está la Basílica Nuestra Señora del Pilar, construida en 1732 en el actual barrio de Recoleta. Con su nave central y seis capillas laterales, la iglesia es un ejemplo de la sencillez y sobriedad del estilo colonial. En su torre, que alguna vez fue la estructura más alta de la ciudad, se puede observar un capulín cubierto de mosaicos cerámicos, una pieza notable de la época.

Dos arquitectos jesuitas y su influencia

La Basílica del Pilar es una obra finalizada por dos arquitectos jesuitas, Juan Bautista Prímoli y Andrés Blanqui, quienes también participaron en la construcción del Cabildo de Buenos Aires, otro ícono colonial. El Cabildo, originalmente construido con seis arcos adicionales, sufrió modificaciones cuando la ciudad comenzó a modernizarse, pero fue restaurado a su estilo original por Mario Buschiazzo en 1940.

Neocolonialismo: Un regreso a las raíces

Con la llegada del centenario de la Argentina en 1910, surgió el interés por revivir el estilo colonial en una versión renovada: la arquitectura neocolonial. Un ejemplo destacado de este resurgimiento es la casa del Museo Isaac Fernández Blanco, diseñada por Martín Noel. Su fachada blanca, patios internos y detalles ornamentales la convierten en una obra maestra neocolonial en pleno Buenos Aires.

Otra joya del neocolonialismo es la Casa de Ricardo Rojas, encargada al arquitecto Ángel Guido, quien fusionó lo hispánico con lo indígena en una obra inspirada en la iglesia de San Lorenzo de Potosí. Esta tendencia no solo afectó viviendas, sino también infraestructuras, como el Puente Alsina, construido en 1938 con detalles de estilo colonial.

Arquitectura Art Nouveau: Curvas y colores en el paisaje urbano

El art nouveau también dejó una huella profunda en Buenos Aires a principios del siglo XX. Este estilo rompió con las normas clásicas, utilizando líneas curvas y motivos naturales. En pleno centro porteño, el Palacio de los Lirios y la vivienda «No hay sueños imposibles», ambos obra de Eduardo Rodríguez Ortega, son ejemplos emblemáticos de esta corriente inspirada en el arquitecto catalán Antoni Gaudí. Estos edificios, ubicados en la Avenida Rivadavia al 2000, sobresalen por sus fachadas ondulantes y decoraciones detalladas.

Equilibrio y austeridad: La influencia sobria del Art Nouveau

Aunque el art nouveau suele ser asociado a la exuberancia, también ha dado lugar a construcciones más sobrias. Un ejemplo notable es el Yacht Club Argentino en Puerto Madero, diseñado por el arquitecto francés Eduardo Le Monnier. Su estructura asimétrica y su torre-faro iluminada evocan la cubierta de un barco, demostrando cómo el art nouveau puede ser aplicado con moderación sin perder su elegancia.

En definitiva, los paseos arquitectónicos en Buenos Aires revelan un mosaico de estilos que reflejan la rica historia cultural y artística de la ciudad. Desde la sencillez colonial hasta las curvas del art nouveau, cada rincón invita a descubrir el espíritu ecléctico de la capital de la Argentina.