Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires: Se realizó una Jornada por la Semana del Agua

El objetivo de esta jornada es concientizar a la población sobre el daño que se produce al arrojar aceite vegetal usado por las cañerías y la consecuente contaminación del agua. Por tal motivo, se recepcionó durante 3 días aceite vegetal usado disponible en los hogares, a cambio de la entrega de alrededor de 250 plantines autóctonos.

En el marco de la Semana del Agua, que se celebra entre el 31 de marzo y el 6 de abril, se realizó frente a la Legislatura porteña -sobre la calle Perú al 100- una jornada para concientizar sobre la contaminación que genera el aceite vegetal en el agua.

A cambio de la entrega de una botella de aceite vegetal usado se repartieron 250 plantines autóctonos. También se ofrecieron bolsas ecológicas para trasladar los productos adquiridos en el supermercado. “El agua es algo vital, humano y cotidiano y la celebración de esta semana nos recuerda que debemos internalizar el cuidado de un recurso tan importante. Estamos acostumbrados a su disponibilidad inmediata y registramos su importancia cuando no lo tenemos, cuando es escaso o cuando la contaminación impide su natural uso”, mencionó la diputada Natalia Persini (PRO).

Participaron de la jornada el Presidente de la Legislatura y Vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli; la Vicepresidenta primera, diputada Carmen Polledo; el presidente del CEAMSE, Gustavo Coria y el presidente de la Agencia de Protección Ambiental, Juan Bautista Filgueira.

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 la resolución A/RES/47/1931 que declaró el 22 de marzo de cada año como Día Mundial del Agua.

La Semana Mundial del Agua se realizará entre el 27 de agosto y el 1 de septiembre del corriente año en Estocolmo – Suecia con la participación de expertos y actores de todas las disciplinas organizada por el Instituto Internacional del Agua (SIWI).

Las estadísticas indican que aproximadamente el 71 % de la superficie terrestre está cubierta de agua, aunque sólo el 2 % es potable, y por ello debe conservarse y cuidarse. Mundialmente, más del 80 por ciento de las aguas residuales vuelven a los ecosistemas sin ser tratadas ni recicladas.