Por César Foz
En Argentina te despertás a la mañana, prendes la televisión para desayunar y ya te amargas. Es amargante, es indignante ver tantas cosas y vos decís un día, tan solo un día que prenda la tele, y que me pueda tomar un buen mate, y que piense: Che qué lindo día, no arrancamos con quilombos, no arrancamos con malas noticias.
Pero la verdad que me pasa, es que siento que hay una crisis que no para, y que no va a parar y que cada vez es peor. Porque cada día pensás: Encima se nos están cagando de risa en la cara y volvés a pensar: ¿Qué puedo hacer yo para que esto cambie? Entonces en ese momento me surge un sentimiento profundo: A nosotros, a los argentinos, no nos va a tirar nadie y no nos vamos a dejar llevar puestos por un grupo de gente, cuando hay millones de argentinos que se levantan todas las mañanas a trabajar, a estudiar, a pelearla, porque al argentino nunca lo vas a ver de rodillas, los argentinos a veces retroceden solo para tomar impulso.
Los argentinos tenemos las agallas suficientes para salir adelante, las mujeres tienen los ovarios suficientes para salir adelante, para construir ese país que nos merecemos, pero para salir adelante se tiene que terminar la mentira, para salir adelante tenemos que salir nosotros para que se termine la mentira. Y debemos saber algo muy importante: Las oportunidades no pasan, las creas. Y un mensaje para los que nos gobiernan: No puedes vencer a alguien que nunca se rinde. He fallado una y otra vez y es por ello que he tenido éxito.
