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Informe Económico Semanal del Banco Ciudad: LA SEMANA EN POCAS PALABRAS
De acuerdo a los datos de precios conocidos esta semana, la tasa de inflación siguió perdiendo impulso en el comienzo de 2017, profundizando el proceso de desinflación que empezó a tomar forma en el segundo semestre del año pasado.
El índice de precios que elabora el INDEC experimentó un alza de 1,3% mensual en enero, ubicándose la inflación núcleo también en un 1,3%, su valor más bajo desde que el organismo oficial retomara la publicación de su IPC, a mediados del año pasado. Asimismo, este guarismo equivale a una tasa de variación anualizada del 16,8%, similar a la meta de inflación prevista por el Banco Central para 2017.
En paralelo, el indicador confeccionado por la oficina de estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) mostró un comportamiento algo diferenciado, con una variación mensual de 1,9% para su nivel general y de 2% para su medición “núcleo”, situándose ambas por encima de la estimación del INDEC, pero resultando de todos modos el enero de menor incremento de precios al consumidor desde que se lanzara el índice para la Capital Federal en el año 2013. Asimismo, el IPCBA siguió profundizando la desaceleración de su variación en términos interanuales, llevándola a un 38%, casi 10 puntos porcentuales por debajo del pico registrado en julio del año pasado (47,2%).
Por otro lado, la diferencia entre la medición del INDEC y del IPC de la Ciudad se debió, fundamentalmente, a la forma en la que fue computado el efecto del incremento en los haberes de los encargados de edificios (porteros) del mes de diciembre, en uno y otro indicador. La suba en las expensas impactó en el índice que elabora el INDEC en su medición de diciembre, en tanto que en el IPCBA fue reflejada en enero. Asimismo, la incidencia de este factor resultó menor en el caso del IPC del INDEC, que además de la Capital Federal cubre a los partidos del Gran Buenos Aires, en los cuales el rubro “expensas” posee un menor peso relativo que en la canasta de consumo de la CABA.
Considerando el IPC-GBA del INDEC, en base al cual el Banco Central evalúa el cumplimiento de sus metas, el comportamiento que registró la inflación núcleo de enero se encuadra dentro de su objetivo intermedio para los próximos meses, período para el que apunta a alcanzar una variación inferior al 1,7% mensual registrado en diciembre último (y en el promedio del segundo semestre del año pasado), consolidando una tendencia a la baja.
Ahora bien, previo a conocerse este dato, el Banco Central había decidido mantener sin cambios su tasa de política monetaria en 24,75%, haciendo una referencia explícita a la brecha existente entre el techo de su meta de inflación para fines del corriente año (17%) y las expectativas del mercado (20,8%), lo cual fue interpretado como un reflejo del compromiso asumido por la autoridad monetaria en post del cumplimiento de sus objetivos, impulsando el posicionamiento de los inversores en instrumentos nominados en moneda local.
Como resultado, el peso continuó fortaleciéndose en los últimos días respecto al dólar, favorecido además por una profusa oferta de divisas, tanto comerciales como de origen financiero, que empuja a la baja el tipo de cambio. La cotización del dólar en el mercado mayorista se ubicó en $15,53 sobre el final de la semana, acumulando en los últimos 15 días un retroceso de 2,5% (-40 centavos), volviendo a niveles que no se observaban desde fines de diciembre, cuando ingresaron los dólares asociados al pago del impuesto especial del primer tramo del blanqueo.
Si bien el tipo de cambio respecto al dólar se ha movido consistentemente por debajo de los $16 en 2017, la evolución que registró en las últimas dos semanas sintetiza de forma más acabada el efecto de un conjunto de factores que, en mayor o menor medida, tenderán a estar presentes en los próximos meses, fundamentalmente en el primer semestre. Por un lado, están los dólares que obtienen privados y provincias por sus colocaciones en el exterior, que tras la emisión que realizó la Provincia de Buenos Aires (por USD 1.500 millones con dos títulos a 6 y 10 años), acumulan en lo que va del corriente año colocaciones por USD 3.750 millones. A esto se suma un mayor ingreso de dólares del agro favorecido por la reapertura de las exportaciones de trigo, que llevó el total liquidado por los exportadores a USD 2.281 millones en las primeras 5 semanas de 2017, prácticamente el doble de lo que había ingresado en promedio en el mismo período de los años 2013 a 2015.
En este marco, de cara a los próximos meses, los incrementos en las tarifas de los servicios públicos (energía) y en otros precios regulados (como cuotas de las firmas de medicina prepaga y peajes, entre otros) tenderán a elevar la tasa de inflación, al tiempo que la estabilidad cambiaria actuará como un contrapeso, moderando las presiones inflacionarias sobre los bienes transables, previéndose que esto ayude a consolidar el proceso de desinflación en marcha.