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Editorial: Economista, Martín Tetaz: Efecto Febrero
Por Martín Tetaz
En los últimos dos meses, la cantidad de billetes y monedas en poder del público trepó 22,2%, lo cual podría ser razonable en un contexto estacional de mayor demanda de dinero por las fiestas, vacaciones y aguinaldos, pero como muestra de manera brillante el siguiente gráfico de SBS, en los últimos 15 años la mitad de las veces la expansión fue menor al 15%, lo que indica que habría un exceso de oferta de dinero de alta potencia del orden del 6,3%.
Más aún, el Banco Central continuó en su política de bajar el piso de tasas esta semana, al poner el piso de las LELIQs en 52% (antes 55%) y forzar a los fondos comunes de inversión a desarmar su posición en pases pasivos, al recortar en un 40% la rentabilidad que pagará a las instituciones financieras por ese tipo de colocaciones. En conjunto esto hará que mucho dinero que estaba en LELIQs y pases, fuera del sistema, vuelva a los bancos, quienes se verán presionados a colocar ese exceso de liquidez bajando las tasas de los créditos (tasas activas), o buscando colocaciones financieras alternativas. Del otro lado del mostrador, los bancos pagarán menos a los ahorristas, porque les sobran fondos, por lo que la gente y las empresas pueden encontrar mas atractivo desarmar posiciones en pesos y buscar dólares en el contado con liquidación, o MEP.
Al mismo tiempo, en la medida que las tasas en pesos se adentren en terreno negativo, crecen los incentivos para apostar al dólar. Esta semana podía conseguirse dinero al 25% en cauciones bursátiles a 3 días y aunque hace unos años este era un terreno reservado a especuladores profesionales, hoy cualquiera desde su casa puede abrir una cuenta comitente en una sociedad de bolsa, en menos de 24hs, por una aplicación del celular, endeudarse en pesos (dejando títulos en garantía) y comprar dólares.
Por otro lado, la ventana de oportunidad del Banco Central para aprovechar la mayor demanda de pesos de fin de año se termina en febrero, donde como muestra la gente de la consultora 1816, se terminan las fiestas y cae nuevamente la demanda de pesos.
Aunque esto sea sabido por todos y el BCRA insista en que es perfectamente consciente de este efecto y que absorberá el excedente estacional de dinero, lo cierto es que proyectando lo que ocurrió en los últimos 13 años, la probabilidad de un salto del dólar Contado Con Liquidación es mas alta en febrero, que en un cualquier otro mes del año.
Parece haber cierta desesperación del gobierno por reactivar lo antes posible, pero en el canal real de la economía el aumento de los impuestos fue tres veces mas grande que lo que se redistribuyó en concepto de bono a jubilados, auh y tarjeta alimentaria, mientras que el impacto de las bajas en la tasa de interés no garantiza mayor demanda de crédito, puesto que la sensibilidad de esa variable está mediada por las expectativas. La mejor apuesta del gobierno, en este sentido, es resolver rápido la cuestión de la deuda, despejando esa enorme incertidumbre, para cambiar el humor de inversiones y consumidores.
Es cierto que hay un estricto cepo que limita el daño que los excesos monetarios pueden causar, toda vez que es mas difícil salirse de la demanda de pesos, pero la mayor presión sobre el dólar paralelo legal no va ayudar a moderar expectativas, porque además del efecto psicológico de un dólar inestable, obligará a endurecer los controles sobre las importaciones, con impacto negativo en los precios.
El mecanismo ya lo hemos explicado en números anteriores de este informe: sin limitaciones a las importaciones el dólar oficial funciona como un ancla de precios porque cualquier suba doméstica en bienes transables genera el incentivo para que un importador traiga un container más barato, pero si esa posibilidad de arbitraje se encuentra limitada por el endurecimiento de las licencias no automáticas para importar, por ejemplo, aumenta el precio de la competencia externa y genera mayores precios en casa.