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Ex ministro de Hacienda de Chile, Andrés Velasco: “En la comuna más rica de Chile hay tres empleos full time por familia, mientras que en la comuna más pobre, hay medio trabajo por familia”
En el marco de la Conferencia Internacional de Economía y Finanzas CIEF 2019 organizada por el Banco Ciudad, la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF), el decano de la Escuela de Políticas Públicas, London School of Economics, UK, y ex ministro de Hacienda de Chile, Andrés Velasco, aseveró que la creciente cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan, la desigualdad en el acceso al trabajo remunerado y la creciente frustración de la clase media “son factores centrales a los que hay que prestarles atención para entender lo que está pasando” en materia política en América Latina y advirtió que a los populismos que intentan darle respuesta se le debe contraponer una mirada liberal reformista “basada en la igualdad, la razón y el progreso”.
“La democracia se trata igual que hace 30 años. Llegó la hora de traer la democracia a la gente. Es clave que a la política populista se le contraponga en el mundo liberal reformista una política basada en la igualdad, la razón y el progreso”, aseveró.
Velasco disertó en el panel “América Latina: Economía, Protesta y Populismo”, que cerró la Conferencia Internacional de Economía y Finanzas CIEF 2019, que se desarrolló en el hotel Four Seasons.
Para explicar las causas de los estallidos sociales que se están dando en América Latina en los últimos tiempos, Velasco descartó que se trate de una cuestión basada en la desigualdad. “La explicación de desigualdad se cruza de bruces con los datos: La desigualdad ha caído en prácticamente en todos los países de la región”, afirmó y como dato señaló que cuando se dieron los estallidos “caía fuertemente el coeficiente Gini en América Latina, excepto en Chile que ya había caído fuertemente en la década anterior” y “la rebelión es más violenta en donde el coeficiente cayó menos”.
Al respecto, Velasco precisó que en Chile, “el coeficiente Gini cayó 15 puntos en 30 años”. “No hay país en donde haya caído más. El coeficiente es alto, pero la caída ha sido muy fuerte, por lo tanto, el incremento en la desigualdad no explica el estallido”, afirmó.
No obstante, advirtió que “si se hace el Gini por hogares y no por personas, el índice de desigualdad es mucho mayor” y esto sucede porque “los mercados laborales siguen funcionando abismalmente mal”, dado que en el mundo “entre el 35 y el 38 por ciento trabaja por cuenta propia”.
Como ejemplo de la desigualdad a la que se debe prestar atención, el ex ministro de Hacienda del país trasandino detalló que “en la comuna más rica de Chile hay tres empleos full time por familia, mientras que en la comuna más pobre, hay medio trabajo por familia”. “Las familias ricas tienen seis veces más acceso al trabajo que las pobres en Chile”, mientras que a nivel mundial “en los deciles más pobres trabaja apenas un tercio de las personas en edad de trabajar, mientras que en las más ricas lo hacen entre el 70 y 80 por ciento y buena parte de la desigualdad viene de aquí”, alertó el economista.
A esta situación indicó que se suma la “existencia de un grupo muy grande de jóvenes que no trabajan ni estudian y que es también una de las raíces de la conflictividad actual”. “No atender a los sectores más jóvenes es un acto de miopía brutal; es un problema gigantesco al que le hemos prestado poca atención”, alertó.
Otro de los grandes temas que se deben tener en cuenta, según Velasco, para entender la conflictividad regional es que “existe una clase media muy enojada, porque con el acceso a la educación universitaria la oferta de trabajo calificado sube, pero el salario relativo cae mucho”. “El problema es que hay una generación que está profundamente enojada y es un fenómeno de los países de expansión muy rápida de la educación universitaria”, detalló.
Todas estas situaciones que se dan a nivel regional, generan una “gran incertidumbre, que asusta a la clase media” y abren la puerta a “los populistas que ofrecen certidumbre y por eso la oferta es muy atractiva”, pero “el populismo es extremadamente simple, da respuestas simples, pero equivocadas”, remarcó.
En cuanto a la forma en que los populismos van dando respuesta a estas cuestiones, Velasco explicó que lo hacen aprovechando la división identitaria. “La política es identitaria. Los países democráticos que andaban bien tenían una identidad compartida muy fuerte. EE.UU. invirtió mucho en crear una identidad fuerte a comienzos del siglo XX. Pero hoy, las democracias no son pequeñas, ni tan homogéneas. Entonces el populismo aprovecha esa división identitaria, porque hablar de identidad ayuda a pensar los dilemas políticos”, señaló. “El componente identitario es algo que los populistas entienden, aprovechan y manipulan”, agregó.
“Hay gente que dice que el populismo es una corrección necesaria para las falencias de la democracia, pero es todo lo contrario, es esencialmente autoritario y profundamente antidemocrático”, subrayó el economista. Como dato, indicó que “si se suman las personas que viven bajo regímenes populistas en el mundo son 2,4 billones de personas y eso es profundamente inquietante”.