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Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires: Dictamen de comisión para que se autorice la instalación de las Rejas en la Plaza de Mayo
En el marco de las funciones de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, la comisión de Planeamiento Urbano del Parlamento Porteño emitió dictamen sobre el proyecto de ley que presentó la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que se autorice la instalación permanente de un sistema de rejas que atravesarían la histórica Plaza de Mayo y sus calles laterales, como valla de prevención y protección de la Casa Rosada, sede de la Presidencia de la Nación.
También se emitieron hoy dictámenes con la mayoría de Vamos Juntos y la negativa u objeciones de la oposición sobre dos proyectos que ya tienen aprobación inicial y pasaron por Audiencia Pública: uno que autoriza remodelaciones en la Estación Terminal de Ómnibus de Retiro (que tiene pedido de tratamiento preferencia en la sesión ordinaria del próximo 28 de marzo) y otro referido a la edificación y espacio público en el barrio La Paternal, sobre las parcelas de lo que antes era el albergue Warnes y donde hoy existe un parque de uso público al que denominan La isla de La Paternal.
La reunión, realizada en el salón Montevideo del palacio legislativo, fue presidida por Victoria Roldán Méndez, secundada por Cristina García, presidenta de Tránsito y Transporte, y Maximiliano Sahonero, de Políticas de Promoción e Integración Social: los tres del bloque Vamos Juntos. Participaron los diputados Roy Cortina (PS), Ma. Rosa Muiños (BP) y Javier Andrade (UC); Agustín Forchieri, Daniel Presti, Gonzalo Straface, Maximiliano Ferraro, Ma. Cecilia Ferrero y Ariel Álvarez Palma (VJ).
El ex Albergue Warnes
Previo a la discusión entre diputados y la firma de los expedientes, la primera media hora se destinó a escuchar las expresiones de los vecinos. La mayoría de ellos, residentes en La Paternal y Agronomía, se manifestaron por la mantención del espacio del parque en cuestión y la reconsideración del proyecto oficial para evitar que el sector de uso público quede encerrado entre grandes torres de edificios. Incluso, los vecinos presentaron un proyecto alternativo, aunque no está en tratamiento en la comisión de Planeamiento Urbano, aclaró Roldán Méndez.
Con diferencia de matices, Muiños, Cortina y Andrade criticaron el proyecto gubernamental y apoyaron las demandas de los vecinos presentes. Desde el oficialismo se aclaró que las afectaciones urbanísticas de esas parcelas, que son de propiedad privada, ya estaban definidas hace años de acuerdo con el viejo Código de Planeamiento y lo que se hace ahora es adecuar la normativa. Aludió, además, a una manda judicial que reclama la autorización legal para permitir la existencia de cercos o vallas en ese lugar público de la Ciudad.
El Gobierno de la Ciudad firmó un convenio con los particulares que son titulares de dominio de esas parcelas, que suman unos 22.000 metros cuadrados (poco más de dos manzanas). Se acordó que el 40 por ciento de la superficie basal será destinada a espacio público (el parque existente pero remodelado y acotado en sus márgenes) y que se abrirán calles para separarlo de los edificios.
En los sectores edificables se admitirán construcciones de hasta 48,50 metros de altura para destinar a viviendas, comercios, servicios y esparcimientos.
Una de las superficies donde se edificarían torres está sobre Av. de los Constituyentes y otros tres terrenos, sobre la calle Joaquín Zabala, en un perímetro también delimitado por la Av. Chorroarín y dentro del cual ya hay un predio con una escuela pública.
Cuando se derribó el ex Albergue Warnes, que tomaba su nombre de la avenida colateral, se subdividió la superficie: un sector muy amplio (entre Warnes y Zabala) fue adquirido por hipermercados que aún existen y se mantendrán; el resto eran 11 parcelas que luego se unificaron en 4 perímetros de dominios privados, sobre los cuales se está legislando en esta oportunidad.
Las Rejas de la Plaza de Mayo
«Se permite la instalación de un cerco de seguridad (reja) emplazado de modo transversal desde Av. Hipólito Yrigoyen hasta A. Rivadavia, por detrás de la Pirámide de Mayo, a la altura del eje de las calles Defensa y Reconquista», dice la parte sustancial del proyecto que hoy obtuvo dictamen de comisión, a iniciativa del Ejecutivo porteño.Se trata de una modificación al Código Urbanístico, en el apartado referido a áreas de Protección Histórica.
Se argumentó oficialmente que «la instalación de un cerco de seguridad tiene por objeto proteger, conservar y mantener el espacio público urbano, así como también garantizar las cuestiones relativas a la seguridad de los ciudadanos y de la Casa Rosada».
Recuerdan los fundamentos que las vallas en casi la mitad de la plaza se colocaron por primera vez en diciembre de 2001 «para preservar a la Casa Rosada de los disturbios y vandalismos de manifestantes». Eran vallas móviles, de dos metros de altura, que a lo largo de 17 años se fueron reforzando y adquirieron un carácter permanente.
Ahora se busca la adaptación normativa urbanística que permita instalar un cerco que no afecte la visibilidad de la Casa de Gobierno, que se integre desde lo paisajístico al contexto de un lugar turístico, cultural, popular e histórico, y que, a la vez, se pueda abrir al paso de vehículos y peatones o cerrar circunstancialmente como prevención de seguridad.
La Terminal de Ómnibus
El despacho de comisión sobre otro proyecto del Ejecutivo, referido a la remodelación de la Terminal de Ómnibus de Retiro, también determina las afectaciones y desafectaciones urbanísticas que permitan realizar las obras de ampliación previstas.
Se busca aprobar el Convenio Específico de Cooperación entre la Secretaría de Gestión de Transporte, dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación, y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte del Gobierno de la Ciudad.
Ambos organismos acordaron «acciones conjuntas para favorecer la incorporación de la Estación Terminal a su entorno, contribuyendo al desarrollo sostenible de la zona, contemplando en un mismo proyecto los aspectos sociales, económicos, culturales y urbano ambientales vigentes, adaptando al efecto la capacidad urbanística y constructiva de la zona».
Además, se podrán «otorgar usos y servicios que contribuyan al desarrollo del entorno urbano y satisfagan las necesidades sociales, comerciales y culturales de la zona». El área edificable para nuevas construcciones no podrá superar el 30% de la superficie del predio. La capacidad constructiva nueva será de hasta 60.000 m2 (sobre rasante), a contar sobre las superficies existentes».