La tristeza de los que no se pudieron despedir de sus seres queridos fallecidos por covid

Generó mucha tristeza en la sociedad argentina cuando se supo la noticia de que en plena cuarentena, cuando el cuarto gobierno kirchnerista obligaba a los argentinos a quedarse en sus casas, en la Residencia Presidencial de Olivos al mismo tiempo se organizaban fiestas nocturnas.

A la tristeza del periodista Gastón Recondo que no pudo despedirse de su padre, también se sumaron miles de argentinos que tuvieron que pasar por el mismo dolor.

A continuación una síntesis de las historias que sufrieron miles de familias argentinas:

Lo que le pasó a @recondogaston le pasó a mucha gente.
Quizás sería bueno que se sepa.
Si pasaste por algo parecido, si querés, contá acá 👇 tu historia para que todos nos enteremos.
Abrazo. pic.twitter.com/V8JIhseP98

— OB (@osvaldobazan) August 4, 2021

Ivana: «Mí mamá tenía 81 años y falleció el 22 de marzo. Mi papá tenía 85 años y falleció el 04 de junio y mi hermano tenía 54 años y falleció el 07 de junio. Todos este año. Los internaron y no los vi mas. No los despedí. Las doctoras de terapia me decían que papá estaba depresivo. Se estaba dejando morir. Mucho dolor».

José: «A mi hermano en marzo del 2020 le suspendieron todos los turnos para su control de cáncer. Cuando ya no pudo mas de dolores lo admitieron en la guardia. Quedó internado y en 40 días falleció. No pudimos velarlo y al cementerio pudieron entrar solo 2 hijos. Mi mamá de 87 años nunca mas lo vio».

Tamara: «El 1 de agosto de 2020, el esposo de mi mamá se descompensó (presunto ACV), después de muchos intentos, la ambulancia aceptó llevarlo al Sanatorio. Mamá nunca pudo visitarlo. Falleció y tampoco pudo hacer un velatorio. Se despidió de él, cuando subió a la ambulancia. Murió solo. Cuando mamá vio en la televisión el funeral de Maradona, me llamó llorando indignada. Esa noche tuvo un pico de hipertensión. Mi mamá no es hipertensa. Se llama impotencia. Se llama dolor».

Leonardo: «Mi hermana no pudo venir nunca a ver a mis viejos. Mi abuela y mi papá murieron los dos de Covid en diciembre. Solo vio la tumba».

Aida: «No pudimos ver a mi madre por 170 días. Por problemas de salud, estaba en un geriátrico. El 17 de septiembre del 2020 se descompensó y la internaron para hacerle estudios. No la vimos más, no pudimos tocarla, no pudimos despedirla, no pudimos darle una caricia. Murió sola. Hola Alberto Fernández. Esta fue la última vez que ví a mi madre. Ni siquiera pude darle un beso de despedida. No me olvido. No me voy a olvidar nunca».

Mabel: «Sabes lo que es esperar un llamado del hospital con el parte médico. Saber que ya termina el horario en el que te tienen que llamar y todavía no suena el teléfono, y tu pariente ahí solo, esperando lo inevitable completamente solo».

Silvana: «Mi papá murió en pandemia sin que el PAMI atienda el teléfono y me lo dejó sin alimentos y me negaron una silla de ruedas. No murió de covid pero no pudimos realizar velatorio. Los quiero presos».

Valeria: «Mi papá murió hace 20 días, sólo, en una cama de hospital. Ni siquiera sé si los médicos le dijeron que íbamos todos los días y nos quedábamos 3 o 4 horas esperando una oportunidad. Se lo llevaron un domingo en una ambulancia, para siempre».

Adriana: «Murió sola, sin que nadie le pudiera agarrar la mano, sus nietos no se despidieron. Tres días en una heladera, sin velatorio, sacando un permiso y eligiendo que hijo podía o no entrar al cementerio».