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Informe Económico Semanal del Banco Ciudad: LA SEMANA EN POCAS PALABRAS
Como se esperaba, el mes de junio mostró un bajo registro de inflación, con variaciones similares a las observadas en mayo, e inferiores al promedio del trimestre febrero-abril, marcado por distintas correcciones tarifarias. A pesar de ello, el Banco Central optó esta semana por dejar sin cambios su tasa de política monetaria e incluso incrementar los rendimientos de las LEBACs en el mercado secundario, habida cuenta de: 1) la persistencia que ha venido mostrando el componente subyacente de la inflación a lo largo del 2017; 2) los incrementos de precios ya previstos para el mes de julio; y 3) las correcciones recientes en la plaza cambiaria.
En ocasión de la difusión de los datos de inflación de junio, el INDEC dio a conocer por primera vez el Índice de Precios al Consumidor Nacional. En comparación con el indicador anterior, que se encontraba circunscripto al Gran Buenos Aires, las mediciones de precios pasan a alcanzar ahora una mayor cobertura geográfica, siendo por ende más representativas de la evolución que marca la inflación a nivel nacional. En los hechos, sin embargo, la inflación relevada por los dos indicadores no mostró mayores diferencias en el transcurso del primer semestre del año, acumulando 11,8% de acuerdo al IPC Nacional y 12% según el IPC-GBA.
En lo que hace al dato puntual de junio, el nuevo índice nacional de precios arrojó un alza del 1,2%, con una inflación núcleo levemente superior (1,3%), datos que pueden ser considerados positivos, teniendo en cuenta que resultaron menores a las expectativas del mercado, de 1,4%. En el ámbito del Gran Buenos Aires la suba del nivel general fue del 1,4% y en la Ciudad de Buenos del 1,5%, más en línea con lo esperado, aunque de todos modos ambas variaciones se ubicaron más de 1 punto porcentual por debajo del promedio del período febrero-abril, que (como ya se mencionó) estuvo marcado por importantes subas en diversos precios regulados, fundamentalmente tarifas.
Paralelamente, la tasa de inflación mostró una nueva desaceleración en términos interanuales, situándose para el GBA en un 21,9%, lo que significó una reducción de 2,1 puntos porcentuales en relación al registro de mayo, y prácticamente la mitad de los valores observados a fines de 2016 (41%).
Ahora bien, pese a estos avances, el BCRA optó por mantener su tasa de política monetaria sin cambios en 26,25%, señalando en su comunicado de prensa que si bien los datos de inflación de mayo y junio indican que la economía ha retomado el sendero de desinflación, la persistencia exhibida por el componente subyacente a lo largo del corriente año amerita mantener una actitud de cautela. En junio, la inflación “core” ascendió al 1,3% a nivel nacional y 1,5% para el GBA, indicadores que a pesar de resultar los menores de los últimos 5 meses, acumulan en el primer semestre de 2017 un incremento promedio del 10,8%, equivalente a un alza anualizada del 22,7%, superior a la buscada por la autoridad monetaria.
A su vez, en julio el dato de inflación pasará a situarse por arriba de los registros de los dos meses previos, reflejando el impacto de subas en los precios de los combustibles, la medicina prepaga, las expensas, los cigarrillos e incrementos estacionales en rubros vinculados con la actividad turística. En este sentido, y con un ojo puesto también en la dinámica cambiaria, el BCRA continuó subiendo los rendimientos de sus Letras en el mercado secundario, llegando a superar al final de la semana la tasa de las LEBAC más cortas el 27%, situándose alrededor 1,5 puntos por arriba del rendimiento que alcanzaran en su última licitación de mediados de junio (25,50%).
Este renovado atractivo de los rendimientos en pesos ayudó a contener la suba del dólar, que de hecho marcó un retroceso de 1,7% desde su pico a comienzos del corriente mes, cerrando el viernes en $16,85 a nivel mayorista. A esto contribuyó también la mayor liquidación de divisas del agro, que ya había alcanzado la semana pasada el mayor valor del año (USD 607 millones), favorecida tanto por la suba del dólar como por un importante incremento en la cotización internacional de la soja, que llegó a ubicarse cerca de USD 380 la tonelada, acumulando un alza de 14% desde mediados de junio.
En suma, la estrategia desarrollada por el Banco Central ha venido cosechando resultados concretos, con la inflación anual situándose en su nivel más bajo de los últimos 9 años, aunque comenzando a transitar ahora el período tal vez más difícil: reducir gradualmente la inercia con la cual se han venido moviendo los precios en la última década, con el desafío adicional de compensar las correcciones de precios relativos asociadas a la normalización de las tarifas de servicios públicos, lo cual impone un piso elevado a la inflación de los próximos años. Se trata de una tarea compleja, pero no imposible, con una autoridad monetaria ahora sí concentrada en atender su función primaria.