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Info Política3D: Buenos Aires: Cómo funciona la nueva iniciativa para cuidar el medio ambiente
El proyecto también hace hincapié en la educación ambiental en las escuelas y en la creación de puestos de trabajo para recicladores.
En el marco de la actualidad de la Ciudad de Buenos Aires y con el objetivo de cuidar el medio ambiente, el Ejecutivo Porteño y la Fundación Botellas de Amor están impulsando una iniciativa que transforma residuos plásticos en madera. Asimismo, cabe destacar que el proyecto se completa con otros dos objetivos: educación ambiental en las escuelas y creación de puestos de trabajo para recicladores. A su vez, desde el Gobierno Porteño informaron que en las botellas de amor se pueden poner paquetes de fideos, de snacks y de galletitas, entre otros envases plásticos.
Cómo es el proceso de transformación
Es importante resaltar que el proceso de transformación se realiza en la planta que la empresa 4E Madera Plástica, posee en la localidad de Bernal. Hasta allí llegan las botellas de amor -envases rellenos con residuos plásticos de consumo diario- que los vecinos de la Ciudad entregan en los puntos verdes móviles que tiene la Secretaría de Ambiente porteña. Posteriormente, una vez dentro de la fábrica, las botellas llegan a mano de los recicladores, quienes las abren para separar el envase de PET -que volverá a convertirse en botella- y el resto de los residuos plásticos: paquetes de galletitas, snacks y fideos; cepillos de dientes; máquinas de afeitar sin el cabezal, etc.
El siguiente paso es clasificar ese contenido, separarlo y someterlo a un proceso que convierte al plástico en una especie de papel picado. Esa mezcla pasa por una extrusora que la calienta hasta volverla maleable, como si se tratara de una inmensa masa de plastilina. Finalmente, el material se inyecta en moldes de hierro que son enfriados en una pileta y le dan forma de machimbres, listones de distintas medidas y postes. En la carpintería se realizan las terminaciones que permitirán usar esa madera plástica -más resistente a la corrosión, a la humedad y a las plagas que la real- para construir muebles, maceteros y juegos de plaza para niños.
Con respecto a este tema, la subgerente de Residuos Especiales Domiciliarios de la Secretaría de Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires, Jaqueline Schell Delon, aseveró: “En las botellas de amor podemos poner paquetes de fideos, de snacks, de alfajores, de galletitas. Todos esos plásticos hoy en día no cuentan con mercado de reciclaje y se pueden reintroducir de vuelta en el proceso productivo para transformarse en nuevas cosas”, puntualizó Jaqueline Schell Delon.