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Debido a la cuarentena obligatoria, la situación de la economía de la Argentina está empeorando en forma muy grave
La situación de la economía argentina está empeorando en forma muy grave debido a la cuarentena obligatoria decretada por el Presidente Alberto Fernández. El cierre de empresas es una constante, la pérdida de empleos en blanco y en el sector informal también es una constante, el aumento de las familias (de clase baja y de clase media) que tienen que ir a un comedor comunitario a buscar un plato de comida también es una constante, y todo este combo explosivo demuestra un escenario económico muy difícil de cara al corto y al mediano plazo.
Asimismo, el equilibrio de la Cuenta Corriente no está asegurado, a pesar del superávit registrado a finales del año pasado. El shock del coronavirus podrá relajar la restricción por poco tiempo. El objetivo de Guzmán es extender este período, despejando el horizonte de vencimientos de intereses. Tal vez este es el motivo real por el cual el Gobierno Nacional extiende la cuarentena obligatoria, ya que en el caso de flexibilizar el encierro y volver a una nueva normalidad se puede generar una estampida del dólar, ya que la demanda de la moneda norteamericana es constante, incluso con la mayoría de la gente encerrada, con lo cual esta dinámica se podría potenciar en el caso de que los argentinos vuelvan a funcionar en una nueva normalidad post pandemia.
La clave para la recuperación de la economía argentina se centra en poder generar un proceso de crecimiento exportador fuerte y sostenido. Pero para lograr este objetivo la Argentina tiene que desarrollar profundas reformas en el plano laboral e impositivo, que generen una mejora de la competitividad de la economía para lograr buenos precios que permitan competir en los mercados internacionales.
DATOS
- En relación al dólar la situación está lejos de mostrar un excedente de divisas por el lado de la Cuenta Corriente. Los motivos son básicamente dos. En primer lugar, desde los últimos meses del año pasado pero acentuado en los primeros meses del 2020 (aún antes del impacto de la pandemia) las exportaciones argentinas comenzaron a deteriorase. Aún con importaciones contrayéndose a una mayor velocidad, el saldo de la balanza comercial se ubicó en torno al 0,7% del PBI, menos de la mitad del resultado del último trimestre del 2019. Al mismo tiempo, la cuenta de Ingresos primarios permanece fuertemente deficitaria, “llevándose” todo el superávit comercial. Lo preocupante es que este resultado se da cuando los giros de utilidades por parte de las empresas multinacionales ya se encuentra extremadamente limitado y reducido por efecto de los controles cambiarios. Esto implica que el factor que está impactando es el pago de los intereses de deuda externa.
- Bajo esta perspectiva se entiende el permanente mensaje del ministro Guzmán sobre la necesidad de despejar el cronograma de vencimientos de intereses de la deuda pública. Es una cuestión fiscal y externa al mismo tiempo, ya que posponer vencimientos durante los próximos meses le daría una posición más holgada al mercado de cambios dado un cierto resultado de la balanza comercial. De lo contrario, se requeriría un salto exportador (imposible de lograrse en el corto plazo) o una mayor contracción de la ya ocurrida en las importaciones. Esta restricción claramente tiene un límite real desde el momento en que la cuenta financiera está prácticamente cerrada para el país y las reservas netas del Banco Central cerca de un límite.
- Con total seguridad, la posición externa haya mejorado notoriamente durante el segundo trimestre del año. El impacto del coronavirus en la cuenta corriente argentina no es parejo. Si bien las exportaciones han disminuido, la contracción de las compras argentinas al exterior lo han hecho en una magnitud considerablemente mayor. Al mismo tiempo, el intercambio más importante de servicios que tiene la Argentina con el resto del mundo es el turismo y su posición neta es tradicionalmente deficitaria, por lo cual, desde el punto de vista estrictamente cambiario, el efecto pandemia ha ayudado a mejorar el superávit de la cuenta corriente.