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Ciudad de Buenos Aires: Informe Económico Semanal del Banco Ciudad
A la par de una mejora en el contexto internacional, la plaza financiera local ha pasado a mostrar una evolución más favorable en el comienzo de 2019, con incrementos en los precios de bonos y acciones y un deslizamiento a la baja del tipo de cambio. De hecho, tras oscilar levemente por arriba del piso de la “zona de no intervención”, la cotización del dólar llegó a perforarlo esta semana, motivando las primeras compras de divisas del BCRA desde el inicio del nuevo esquema monetario lanzado el 1ro de octubre pasado, con el objetivo de evitar una apreciación excesiva del peso.
En lo que hace a los acontecimientos a nivel global, a pesar que aún persisten riesgos, dos elementos que habían generado tensiones durante 2018, incidiendo sobre los flujos de capitales hacia los mercados emergentes y la Argentina (como el rumbo de la política monetaria en los EE.UU. y la disputa comercial entre este país y China), han venido mostrando signos de distensión. A ello se sumó el “efecto Bolsonaro” en Brasil, en la medida que tras la asunción del nuevo presidente se aceleró el ingreso de capitales al vecino país, presionando a la baja la cotización del Real, lo cual siempre quita presión en la plaza cambiaria a este lado de la frontera.
El mayor apetito por riesgo, que dio aire a las bolsas en los EE.UU. y otras economías desarrolladas y emergentes, también incidió a nivel local, impulsando los precios de acciones y títulos públicos. El índice Merval experimentó una suba de 20% en poco más de 2 semanas, volviendo a niveles de septiembre, al tiempo que la prima de riesgo país, medida por el índice EMBI+, retrocedió hasta los 706 puntos básicos, luego de haber alcanzado un máximo de 832 puntos a fines de diciembre.
Acompañando esta tendencia, el peso también se apreció, aunque en un contexto en el que ya venía mostrando una mayor fortaleza desde la implementación del nuevo esquema de política monetaria, conjugado con un marco más general de normalización de las cuentas del sector externo.
Más concretamente, durante los primeros días de la última semana, la cotización del dólar pasó a moverse prácticamente sobre la banda inferior de la “zona de no intervención”, perforándola luego el jueves y el viernes, a pesar de las compras de divisas realizadas por el BCRA. Con un piso de la “zona de no intervención” en $37,36 el jueves, el tipo de cambio contra el dólar llegó a cotizar en un mínimo de $37,08 al cierre de la jornada, 0,7% por debajo del límite inferior de la banda cambiaria, pese a la licitación para la compra de USD 20 millones por parte del BCRA. Luego, el viernes, el BCRA licitó otros USD 40 millones, pero la cotización siguió manteniéndose por debajo del piso de la banda ($37,38), promediando $37,10 en la jornada y tocando mínimos de $36,9.
Como contrapartida de dichas compras de divisas, el Banco Central volcó al mercado $2.230 millones y, en línea con lo que prevé el actual esquema monetario-cambiario, los pesos inyectados por este tipo de intervenciones (orientadas a sostener el tipo de cambio nominal e incrementar las reservas internacionales) se tradujeron automáticamente en un aumento de la meta de Base Monetaria, en la medida que refleja una mayor demanda de dinero. Para el mes de enero, el impacto de esas dos operaciones implicó un aumento de la meta de Base Monetaria de $1.534 millones. Esto le permitió al BCRA continuar renovando sin mayores inconvenientes las subastas diarias de Leliqs durante la última semana, reduciendo incluso la tasa pagada por estos instrumentos, la cual tocó 58,1% el día viernes, tras mantenerse estable en torno al 59% durante todo el mes de diciembre.
En síntesis, con un contexto global más favorable, que impulsa una mayor demanda de activos de economías emergentes, incluyendo a la Argentina, conjugado con una mejora de las cuentas externas y altas tasas de interés domésticas, la plaza cambiaria local opera con tranquilidad y, de hecho, el tipo de cambio comenzó el año con una presión bajista, la cual llevó a perforar la banda inferior de la “zona de no intervención” y disponer las primeras compras de dólares del BCRA desde el lanzamiento del nuevo esquema monetario. Asimismo, los pesos volcados al mercado como contrapartida de las compras de reservas le están dejando margen a la autoridad monetaria para que renueve sin mayores inconvenientes los vencimientos de Leliqs, retomando una gradual tendencia a la baja de la tasa pagada por estos instrumentos, tras la estabilidad verificada en diciembre. Si bien el BCRA mantendrá la cautela en su política de compra de divisas y por ende de baja de tasas (considerando que tal como fue anunciado las licitaciones serán de hasta USD 50 millones por día, con una inyección de pesos acumulada mensual que no podrá exceder el 2% de la meta original de Base Monetaria), el inicio del año ha sido positivo, consolidándose la distensión iniciada tres meses atrás en la plaza financiera doméstica.