Ciudad de Buenos Aires: Horacio Rodríguez Larreta participó de la colocación de la piedra fundacional del teatro de Ana Frank

El Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta, participó de la colocación de la piedra fundacional del teatro de Ana Frank, que estará orientado a adolescentes para promover la inclusión y convivencia contra toda forma de violencia y discriminación.

«Para la Ciudad es un orgullo tener un lugar donde se transmite un mensaje de tanta esperanza», expresó Rodríguez Larreta.

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La sala se construirá en el terreno lindero al museo homónimo, que fue visitado por 846 grupos escolares durante el 2017, y será inaugurada en agosto de este año con la obra de teatro «La Ventana del Árbol y Ana Frank».

Además, el Jefe de Gobierno porteño dijo que «el hecho de poder traer decenas y decenas de escuelas claramente hace a la formación de nuestros chicos».

«Desde el primer día trabajamos en conjunto para promocionar lo más posible esta iniciativa», sostuvo Rodríguez Larreta, y agregó: «Este paso de tener una sala de teatro también le va a dar más vida al Museo».

Por último explicó que Buenos Aires es «la única ciudad en el mundo junto con Ámsterdan en tener una sede como ésta».

El Museo Ana Frank funciona en una bella casona y terrenos cedidos por una familia solidaria, y la Sala de Teatro se realizará con diseño arquitectónico y dirección de obra de prestigiosos profesionales como los arquitectos Miguel Baudizzone, Marcelo Izraelewicz, Roberto Chomer, Estudio Guillermo Sambresqui y Fabián Santos.

Ésta constituirá un desafío a los proyectos educativos que lleva a cabo la Casa de Ana Frank en más de 90 países y el Centro Ana Frank en Argentina.

Cabe destacar que más de 600 mil visitantes recorrieron las muestras itinerantes del Museo en 54 ciudades.

«La Ventana del Árbol y Ana Frank» es un unipersonal que aborda el diario y la vida de la escritora alemana.

La obra está dirigida por el director de cine y guionista argentino, Nicolás Gil Lavedra, y registra la conexión de Ana Frank con el único espacio que la mantenía conectada a los ritmos de la vida al mirar el castaño que se asomaba por la única ventana que daba al cielo, dentro de su escondite.