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La situación del Mercado Eléctrico y las Energías Renovables: Herencias y Acciones
En el contexto de la gestión del Gobierno Nacional, el Poder Ejecutivo elaboró un informe sobre los tres primeros años del gobierno, dividido en diferentes ejes.
MERCADO ELÉCTRICO Y ENERGÍAS RENOVABLES
Síntesis
- La Argentina tiene la capacidad de proveer a las familias y a las empresas de energía abundante, limpia y a precio accesible. Pero también tiene la oportunidad de ser un exportador neto de energía y de abastecer a sus vecinos. Para eso, necesita un mercado eléctrico transparente, con precios relativos claros y sin distorsiones.
- El Gobierno recibió un sector eléctrico en decadencia, sin planificación de largo plazo, con inversiones demoradas, un esquema de subsidios abultado y poco equitativo y cortes de suministro casi constantes. Los precios relativos estaban totalmente distorsionados.
- Desde 2016, el Gobierno viene implementando políticas para ampliar el parque generador, introducir competencia en los mercados mayoristas, aumentar la potencia instalada y modernizar las redes de distribución de energía eléctrica.
- Pensando en los usuarios fue que se creó la Tarifa Social y se reestructuró el sistema de precios, para que reciban subsidios quienes no pueden pagar por el servicio, estimular la inversión en generación y distribución y, fomentando la concientización sobre el valor real de la energía, alentar su ahorro.
- Los usuarios, que en promedio pagaban el 15% del costo de la factura en 2015, ahora pagan, después de una serie de aumentos afrontados con mucho esfuerzo, el 80%. El resto lo sigue pagando el Estado.
- Gracias a la normalización del mercado, la potencia instalada del sistema de generación eléctrica habrá aumentado un 40% entre 2015 y 2020, al pasar de 24 gigawatts a 34 gigawatts. En estos tres años se construyeron y se inauguraron 29 centrales eléctricas de generación térmica y se terminaron otras 12 que estaban en obra.
- Esto permitió reducir un 40% la cantidad de cortes en el servicio eléctrico y pasar de un sistema que estaba al borde de su capacidad a uno que tiene reservas para afrontar los picos de demanda.
- Una parte fundamental de la nueva matriz eléctrica diversificada es el impulso a las energías renovables, cuya participación era insignificante en 2015 y cerró 2018 en cerca del 5% de la generación eléctrica.
- Desafíos Pendientes: Los objetivos son seguir mejorando la calidad del servicio, para alcanzar la seguridad energética y hacer previsible el suministro de electricidad; introducir más competencia en los mercados mayoristas de electricidad, para reducir o eliminar la intermediación del Estado; y continuar la expansión de las energías renovables, uno de los principales motores de la inversión, el avance tecnológico y el cuidado del medioambiente.
La herencia recibida
- En el momento del cambio de gobierno el sector eléctrico estaba en decadencia. El Estado subsidiaba la generación, el transporte y la distribución de electricidad bajo un esquema en el que no se exigían inversiones ni calidad en el servicio. Los usuarios pagaban poco pero a costa de cortes de suministro casi constantes, especialmente en el verano, y de un sistema de subsidios insostenible y sin criterios de equidad.
- Entre 2001 y 2012, las tarifas residenciales de electricidad cayeron un 80% en términos reales. Entre 2012 y 2015 cayeron otro 44%. En 2015, el consumidor pagaba sólo el 15% del costo de la factura de electricidad. Es decir, a medida que crecían los subsidios y el sistema se acercaba al borde de su capacidad, la tarifa se atrasaba y empeoraba la situación de las cuentas fiscales. Tres años más tarde, la factura cubre cerca del 80%.
- Esta brecha entre el costo de producir y los precios artificialmente bajos fue cubierta por subsidios del Estado Nacional y se transformó en una de las causas principales del déficit fiscal. Entre 2005 y 2015 el Estado destinó 85.000 millones de dólares al conjunto del sector energético, una suma equivalente a tres veces el tamaño de las reservas del Banco Central en diciembre de 2015, según un estudio de la consultora KPMG.
- El promedio de cortes de luz, por su parte, aumentó de cuatro a siete interrupciones anuales por usuario y de 8 horas a 33 horas sin luz como promedio anual (un aumento del 450%). Era generalizado el atraso en los compromisos financieros, tanto del Gobierno nacional con las provincias como de las provincias con CAMMESA, la empresa que centraliza el sistema, por montos que superaban los 20.000 millones de pesos.
- Por último, el desarrollo de las energías renovables era casi nulo, a pesar de que tenemos una de las mayores potencialidades en energía solar y en energía eólica y una ley sancionada en 2006 que estaba siendo incumplida. En 2015, la demanda eléctrica total del Sistema Argentino de Interconexión ascendía a 132 teravatios/hora, de los cuales sólo el 1,8% era suministrado por generación a partir de fuentes renovables.
Acciones del Gobierno
- En la primera semana de gobierno, el Gobierno decretó la emergencia eléctrica, que sirvió para sincerar la situación de la generación y la distribución de energía y establecer la necesidad de una corrección tarifaria y los plazos en los que podría llegar a haber mejoras.
- Como en el caso de los hidrocarburos, el primer paso fue empezar a ordenar el mercado, para que cada participante pudiera empezar a llevar adelante su tarea, conociendo sus responsabilidades y sus obligaciones. Se reglamentó la remuneración de la generación convencional térmica e hidráulica, con señales hacia una disponibilidad garantizada. Se separaron los cargos fijos de los variables: lo primero pasó a estar en función de la disponibilidad de la potencia, mientras que lo variable pasó a estar en función de la producción y el tipo de combustible.
- La relación entre el Estado y las empresas necesitaba adecuarse para poder generar el marco necesario para las inversiones. Se redujo a cero el atraso en el pago a generadores de energía, que había alcanzado un promedio de 64 días en 2015. Como contracara, el nuevo régimen de calidad permitió aplicar penas a EDENOR y EDESUR entre marzo de 2017 y agosto de 2018, por más de 1.700 millones de pesos actuales.
- Entre septiembre de 2018 y febrero de 2019, además, los usuarios de Edenor y Edesur estuvieron, en promedio, 11,4 horas sin servicio de electricidad. Esto es un 19% menos que en el promedio 2016-2018 y 40% menos que en el promedio 2012-2015.
- En cuanto a las concesiones, desde 2006 se mantuvo sin resolver la situación regulatoria de fondo de las concesionarias nacionales. En 2016 se dedicaron esfuerzos a definir las nuevas obligaciones de calidad y se discutieron en audiencia pública las tarifas del quinquenio 2017-2021. A partir de febrero 2017 se normalizaron las concesiones con una nueva tarifa económica y competitiva y con incentivos a la inversión de largo plazo.
- Inversiones y obras. Se finalizaron 59 obras de generación: 22 fueron de energías renovables y 37 fueron centrales térmicas, de las cuales 29 se iniciaron y terminaron durante esta administración.
- Además, está pronta a finalizarse la obra de extensión de vida útil de la central nuclear Embalse. Esta obra comprende la prolongación de su vida útil por otros 30 años y una repotenciación del 6%.
- Mejora de la capacidad instalada. La normalización y la mayor competencia dentro del mercado, sumadas a la aplicación de normas y programas eficaces, permitieron incorporar en estos tres años alrededor de 3,5 gigawatts de nueva oferta de generación, con proyectos en curso por otros 6,5 gigawatts, que estarán funcionando en 2019 y 2020. Estas ampliaciones ya permitieron incrementar en un 15% la capacidad de generación y agregarán otro 25% en el futuro cercano.
- Estas obras requirieron una inversión de 13.000 millones de dólares, aportados por múltiples empresas para proyectos en diferentes puntos del país. Las mejoras en la generación y en las redes de distribución nos permiten garantizar la disponibilidad de oferta para abastecer la demanda, aun en los días más calurosos, reduciendo así los riesgos de cortes de luz.
- Energías renovables. La Argentina tiene un gran potencial para la generación de energías renovables. El NOA es una de las zonas de mayor radiación solar del mundo, los vientos de la Patagonia tienen una potencia récord, los ríos pueden generar energía hidráulica y las actividades agrícolas son fuentes de biogás y biomasa.
- Aun así, era un sector que en 2015 casi no tenía participantes ni la regulación acorde o los incentivos necesarios para aprovechar la capacidad de generación existente en el país. En 2006 se había sancionado una ley que fijó para diciembre de 2017 la fecha límite para que el 8% de la demanda eléctrica fuera cubierta por energías renovables. La falta de inversión y de estrategia impidió que ese objetivo se pudiera cumplir.
- Como no existía un ecosistema comercial, tecnológico ni legal vinculado a las energías renovables, fue necesario constituir la cadena de servicios completa, para abastecer los requerimientos de la industria, lo que incluyó la creación de nuevas empresas locales, la instalación de actores extranjeros en el país y la formación de personal calificado que pudiera trabajar en la materialización de las centrales.
- En 2016 el Gobierno lanzó el Programa Renov.Ar, que en sucesivas rondas de licitación acumulan casi 5 gigawatts de potencia adjudicada. En diciembre de 2018, las energías renovables aportaron, en promedio, el 4,5% de la generación del sistema eléctrico.
- Un punto relevante fue la promoción de la industria nacional dentro de este desarrollo. La integración de componente nacional, considerando todas las tecnologías, pasó del 14% en la Ronda 1 al 30% en la Ronda 2, lo que implica que en tan sólo un año se logró más que duplicar la participación de la industria local. En el caso de la tecnología eólica, se pasó de un 11% en Ronda 1 a un 37% en Ronda 2, con proyectos provistos casi en su totalidad con equipos de origen nacional.
Fuente: CAMMESA
Energía distribuida. En diciembre de 2017 se promulgó la Ley de Generación Distribuida, con los objetivos de desplegar las fuentes de energía renovable por todo el territorio, reducir las pérdidas en el transporte y fomentar el consumo racional. La ley establece el marco para que los usuarios de la red eléctrica puedan generar energía eléctrica de origen renovable para su autoconsumo, con eventual inyección de excedentes a la red.
Desafíos Pendientes
- Es necesario terminar de normalizar el mercado mayorista, con el objetivo de crear la estructura de contratos para que se venda energía directamente del productor al distribuidor o a la industria. Esto permitirá una mayor eficiencia en la producción, menores costos y más transparencia en la facturación.
- Tenemos la oportunidad de diversificar la matriz eléctrica, con grandes proyectos hidroeléctricos y nucleares que podrían aportar más de 5 gigawatts de potencia. En 2017, el 2% de la matriz energética se cubrió con generación nuclear, pero se estima que se podrá duplicar en 12 años.
- Buscamos un uso más eficiente de la energía, lo que incluye mejorar el diseño de viviendas e industrias y reemplazar electrodomésticos y distintos artefactos de bajo nivel de eficiencia por otros más eficientes en términos eléctricos y de cuidado del medioambiente.
- Con todo lo que está aumentando la potencia instalada, existe una capacidad enorme de afrontar aumentos en la demanda sin problemas de servicio. En 2018 entraron 660 MW a la red por energía renovable y entrarán más de 5.000 en los próximos 12 años.
- Si bien aún estamos viendo cómo se configura a nivel mundial, es cada vez más clara la posibilidad de que el transporte eléctrico reemplace al que utiliza combustibles fósiles, o que al menos empiece a competir con él. Tenemos que seguir trabajando para sentar las bases que permitan responder a este aumento de la demanda.
Fuente: Fundación Pensar; Fundación Alem; Coalición Cívica; Cambiemos