El kirchnerismo contra el kirchnerismo

Hay un dicho que dice: «La unión hace a la fuerza». Con lo cual y a la luz de los hechos es evidente que el cuarto gobierno kirchnerista, es decir, el gobierno de Alberto Fernández es un gobierno débil ya que las peleas internas le quita fuerzas para tomar decisiones que van a inicidir en la salud de los argentinos, en la economía de las familias y en la seguridad ciudadana.

A continuación vamos a presentar algunas pruebas acerca de las luchas internas del kirchnerismo.

Diputada ultrakirchnerista, Fernanda Vallejos:

«El retraso de los salarios de las y los trabajadores del sector público, señala una alternativa posible para empujar los salarios al alza, fortaleciendo la demanda, para dinamizar un círculo virtuoso con impacto en el conjunto de los salarios, incluidos los informales».

«La evolución de los salarios, perdiendo contra la inflación, marcan el principal desafío que tenemos en materia económica. Sólo con crecimiento real de los salarios podremos construir un proceso de crecimiento virtuoso que empiece a cerrar las heridas de la desigualdad y la pobreza«.

Organizaciones Sociales que responden al kirchnerismo:

«Estamos denunciando falta de asistencia estatal en los barrios más vulnerables del Conurbano Bonaerense: No nos llega el alimento. El alcohol en gel, lavandina y los articulos de limpieza son muy costosos. Nos estamos arreglando como podemos».

Dirigente kirchnerista, Fernando «Chino» Navarro:

«No ignoramos que existen razones para reclamar en medio de la pandemia. Para cuidar la salud de los trabajadores y sus hijos, pido respetuosamente una tregua, por un tiempo prudente, de las movilizaciones callejeras».

Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, refiriéndose al equipo del ministerio de Seguridad del Gobierno Nacional:

“¿Qué venís a hacer acá de trajecito, hijo de puta? Vos y tu ministra, que es una inútil, le hacen mal a la policía, no me llamaste en todo el día y ahora venís acá a sacarte la foto, hijo de puta, te voy a cagar a trompadas”.

Queda claro que en la actualidad, muchos kirchneristas están en contra de otros kirchneristas. Y en el medio, la desesperación de millones de familias argentinas que sufren hambre, inseguridad y falta de trabajo.